La idea de la naturaleza humana ha sido estudiada y discutida durante siglos. El político y filósofo moderno Thomas Hobbes (1588-1679) fue uno de los primeros en examinar la función de los humanos. Él propone la idea que los humanos no pueden ser civilizados porque viven en constante estado de guerra, que en su opinión es el estado natural. En su obra Leviathan (1651) explica que “…and the life of man, solitary, poore, nasty, brutish…” Hobbes no tiene la fe en la humanidad, y cree que “Man in his natural state is a self-serving egoist constantly at war with all other men in order to satisfy his own desires.” (Hobbes 10).
Aunque el lector de nuestra época puede cuestionar las razones por las cuales Hobbes tiene un punto de vista tan desolado, hay otras personas, como William Golding, que también comparten la misma idea como Hobbes. Golding (1911-1993), autor de Lord of the Flies (1954), propone la naturaleza humana como tema central de su libro. En esta historia hay un grupo de niños que se quedan atrapados en una isla después de un accidente de avión. Le toca al grupo tomar decisiones de cómo sobrevivir y eventualmente se forman dos facciones: cada grupo es dirigido por una persona que representa “la civilización” y “el salvaje” en la sociedad. Por ejemplo, el grupo "salvaje" considera que la caza es lo más importante, mientras el grupo "civilizado" cree que es mas importante pasar el tiempo construyendo un fuego para llamar la atención a alguien. Los niños enfrentan las dificultades de sobrevivir y su estadía en la isla se hace más peligrosa cuando el salvajismo y el miedo empiezan a destruir sus esperanzas de ser rescatados. Hay varios ejemplos que Golding usa para presentar su idea de que dentro de nosotros yace una barbarie humana innata, y que los niños no son la excepción. Uno de los ejemplos más sorprendentes en el texto es cuando uno de los personajes dice “What are we? Humans? or Animals? or Savages? What’s grown-ups going to think?” (Golding 98). Golding juega con las palabras, para demostrar la regresión de los niños en una sociedad moderna.
Entonces, ¿qué tienen que ver estos textos con los textos de Doña Bárbara (1929) y Facundo (1845)? Los dos textos mencionados proponen que un aspecto de la naturaleza humana es que dentro de cada persona, hay una barbarie innata. Los textos proporcionan el apoyo de que incluso los más civilizados pueden revertir a una forma incivilizada o una forma salvaje. La idea de que hay una diferencia clara entre los civilizados y los salvajes es prevalente también en ambos textos latinoamericanos. Sarmiento empieza deciendo que “La ciudad es el centro de la civilización argentina, Española, europea; allí están los talleres de las artes, las tiendas del comercio, las escuelas y colegios, los juzgados, todo lo que caracteriza, en fin, a los pueblos cultos” (Sarmiento 14). Por añadidura, Sarmiento declara que “Lo que por ahora interesa conocer es que los progresos de la civilización se acumulan en Buenos Aires sólo; la pampa es un malísimo conductor para llevarla y distribuirla en las provincias, y ya veremos lo que de aquí resulta” (Sarmiento 8). Como señala Doña Bárbara, la ciudad y sus habitantes son símbolos de la modernización y los llanos y llaneros son símbolos de lo salvaje; lo mismo puede ser aplicado a los gauchos en las pampas de Argentina en Facundo. Uno de los ejemplos más sorprendentes es la representación del gaucho de Sarmiento como el malvado, incivilizado y brutal, sin embargo Sarmiento admite que “…la civilización es del todo irrealizable, la barbarie es normal…” Esta cita reafirma las ideas de Golding y Hobbes al respecto de la naturaleza humana y su barbarie innata.
La tensión y la civilización se puede encontrar Doña Bárbara también. En una conversación de Santos Luzardo y Lorenzo Barquero, Lorenzo menciona “la necesidad de matar al centauro” (Gallegos 215). Luzardo recuerda una conversación que compartió con su primo Lorenzo. “…me impresionó una da las frases: Es necesario matar al centauro que todos los llaneros llevamos por dentro” (215). Lorenzo explica a él que “el centauro es la barbarie y, por consiguiente, hay que acabar con él…” (215). No obstante, la barbarie no es parte de los llaneros solamente porque Lorenzo acepta que él también tiene un centauro, o la barbarie dentro de sí mismo. “Yo me creía un civilizado,” dice Lorenzo, “el primer civilizado de mi familia, pero bastó que me dijeran: Vente a vengar a tu padre, para que apareciera el bárbaro que estaba dentro de mí…” (215).
La conclusión a que nos lleva este análisis es que la idea de que la barbarie solo pertenece a la gente de los llanos, de las pampas o a la gente que no vive en la ciudad es una falacia. Aunque vivimos en una ciudad moderna, con leyes (escritas), educación, una economía que se autoabastece, industria y un gobierno democrático nosotros tenemos una barbarie innata que el mundo moderno trata de minimizar. Somos capaces de hacer lo que se considera incivilizado o barbárico, sólo depende de lo que nos lleva a este punto. ¿Qué piensan ustedes? ¿Es preciso representar la naturaleza humana en esta manera? ¿Cómo describirías la naturaleza humana?
Gallegos, Rómulo, Domingo Miliani. Doña Bárbara. Madrid: Cátedra, 2009. Print.Golding, William, Ian Gregor and Mark Kinkead-Weekes. Lord of the Flies: a Novel. London: Faber and Faber, 2001. Print.
Hobbes, Thomas and Richard Tuck. Leviathan. England: Cambridge UP, 1991. Print.
Gallegos nos hace cuestionar que es la naturaleza del humano a través de hacer borrosa la línea entre la civilización y la barbarie, particularmente en los personajes de Doña Bárbara y Santos Luzardo. Vemos desde el principio que Doña Bárbara crea cierto orden del llano, a través de una forma de acuerdo tácito de soborno, seducción, y fuerza. Recibimos también una indicación que Santos posee aspectos de barbarie al principio del cuento cuando Santos quiere dar muerto al tuerto caimán. Que Doña Bárbara quiere mantener una forma de ley y que Santos quiere matar hace cuestionar si una cosa – civilización o barbarie – sea mejor que la otra. Y hace que uno se pregunta, ¿Cuál de los dos es la naturaleza del ser humano?
ReplyDeleteEstoy de acuerdo que la naturaleza humana es innatamente bárbara. También creo que es egoísta. Doña Bárbara quiere el poder, y quiere a Santos Luzardo, y usaría seducción y engaño para sacarlos. Mister Danger quiere a Marisela y usaría el soborno para obtenerla. Don Balbino quiere el dinero, y mataría a Carmelito para lograrlo. Santos quiere demostrar a Doña Bárbara que no ganará con ley injusta, y mataría a Melquíades si necesitara. Todos estos personajes harían cualquier cosa para obtener lo que quieren, sin pensar en el bienestar de otros, que es egoísta.
Gallegos frecuentemente describe el llano como un agente y catalizador de la barbarie, que convierto el hombre en un animal: “el desierto alimentador de bravura, amparador de barbarie, deshumanizador casi…” (111). Creo que en este caso la tierra es, como ha dicho usted, lo que lleva la gente a la barbarie o hace aparecer su característica innata de barbarie. A todos estos personajes han sucumbido a la barbarie catalizada por la tierra, como Lorenzo Barquero:
“Ya Lorenzo había sucumbido, victima de la dejadora de hombres, que no fue quizá tanto doña Bárbara cuanto la tierra implacable, la tierra brava, con su soledad embrutecedora, tremedal donde se había encenagado aquel que fue orgullo de los Barqueros, y ya el también había comenzado a hundirse en aquel tremedal de la barbarie, que no perdona a quienes se arrojan a ella” (445-6).
El único agente salvador de la barbarie es lo que los humanos han aprendido sobre los morales. La empatía de Doña Bárbara hace que no mata a Marisela, pero los otros no tienen morales y la muerte es el efecto de la barbarie. Parece que Doña Bárbara, la que todos parecen más bárbara, es la menos bárbara de todos.
Jessica Tette
itette9@mail.naz.edu
Gallegos, Rómulo. Doña Bárbara. 8th ed. Madrid: Cátedra, 2008. Print.
Me gusta tus ideas. El artículo discute estos temas. Este artículo descubre que hay muchas definiciones de las palabras civilización y barbarie. Sarmiento escribe, “…mantienen el aislamiento de los pueblos y conservan sus peculiaridades primitivas” (8). Los pueblos quieren conservar su cultura y esta crea muchas definiciones diferentes de las civilizaciones. Una puede ser primitiva y la otra puede ser considerada a ser más civilizada. También, Sarmiento escribe, “La ciudad es el centro de la civilización...las tiendas del comercio, las escuelas y colegios, los juzgados…” y “El hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la vida civilizada…allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción,…(14). La ciudad tiene mucho pero la ciudad es una civilización, como escribe Sarmiento, “…el hombre de campo lleva otro traje…sus hábitos de vida son diversos" (14-15). El hombre del llano tiene su propia civilización. La única diferencia entre las civilizaciones es que cada civilización tiene su propia definición de ser civilizada. Esta relaciona con el cuento Doña Bárbara porque los personajes forman ideas de las civilizaciones y después la civilización y la barbarie tienen algunos momentos en los que representa características de la otra. Esta crea un encuentro de las ideas diferentes de la civilización y la barbarie.
ReplyDeleteMadeline Parente
mparent2@mail.naz.edu