Thursday, December 8, 2011

La historia está en “el ojo” del espectador


Antes de leer esta entrada, hay que preguntarse: ¿Qué o quién determina nuestra historia? ¿Es lo que sabemos de la historia la verdad o es una historia creada por una ideología? Esta es la cuestión que se plantea Ranajit Guha en su artículo The Small Voice of Historia (1993). El autor pregunta “But who is it that nominates these for history in the first place? For some discrimination is quite clearly at work here – some unspecified values and unstated criteria – to decide why any particular event or deed should be regarded as historic and not others. Who decides, and according to what values and what criteria? If these questions are pressed far enough, it should be obvious that in most cases the nominating authority is none other than an ideology for which the life of the state is all there is to history” (1). Guha afirma que es el gobierno y la ideología que promueve la historia de la sociedad. Ya que la ideología domina la historia, tenemos el estado que establece los criterios de la histórica, y eso se llama “el estatismo” (Guha 1).

Debido al hecho que la historia es escogida por el estado, existe la discriminación hacia los eventos que no están incluidos para formar parte de la historia. De ahí, viene la marginalización de algunos grupos a través la historia. Estas voces pequeñas rara vez tienen la oportunidad de compartir sus historias. Por ejemplo, como hemos visto en el testimonio de Rigoberta Menchú en su libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me conoció la conciencia (1982) ella usa los testimonios de lo que ella y su familia experimentaban en la finca y las relaciones entre ellos y los terratenientes. El maltrato de los otros indígenas (como Rigoberta y su familia) es impactante porque la respeta de la vida humana no existía. Los ejemplos que proporciona a nosotros, como la muerte de su hermano y su madre, es imposible para nosotros para entender realmente lo que ha sucedido en Guatemala con Rigoberta, su familia y las familias de mucho de los indígenas. Aunque si Rigoberta ha construido algunas historias o ella ha agregado algo a las historias para que sean más fuertes, la cosa más importante es que estos eventos han ocurrido y por sus historias vemos la tragedia. No creo que sea importante si ella estaba o no estaba porque la historia que ella nos cuenta no sola es la historia de ella, es la historia de otros. Por eso, ella se convierte en una apoderada para los mayas, un grupo marginado por la sociedad, un grupo de “voces pequeñas.”

Gracias a su historia podía hacerme una idea del maltrato y la violación de los derechos humanos que los mayas experimentaban. Sin embargo, después de leer su testimonio, había algunas cuestiones que sacaron a colación. Por ejemplo, David Stoll ha puesto en duda la credibilidad de Rigoberta Menchú. Stoll dice que su testimonio tiene una agenda política para justificar la violencia militar por la izquierda no sólo en Guatemala sino por los lectores por todas partes del mundo. Hasta un cierto punto estoy de acuerdo con Stoll, porque no hay evidencia que existe decir que ha dado testimonio de todas las historias que ha contado dentro de su texto. Sin embargo, no diría que esto le desacredita a Rigoberta Menchú. No dudo que los eventos que describe son mentiras, porque son historias del pueblo indígena que ella quería usar para añadir un sentido de importancia y consistencia. Esas personas no podían compartir sus historias, y por eso las incluyó en su testimonio.

En el libro Insensatez (2004) de Horacio Castellanos Moya vemos a un narrador que ha aceptado editar la versión final de un informe que consigna el genocidio padecido por los pueblos indígenas de un país centroamericano. Así, instalado en una exigua habitación del arzobispado de la ciudad, el protagonista se enfrenta a más de mil cuartillas que reproducen denuncias de supervivientes y testigos. Atisba entonces un horror que lo fascina y abruma, pues en los textos que va leyendo encuentra metáforas, giros y dislocaciones de lenguaje que recrean vívidamente, masacres y actos de crueldad que, de otro modo, serían inexpresables. Moya hace las atrocidades aparecen vívidamente. Un ejemplo que Moya describe en su libro es cuando explica que, “…A puro palo y cuchillo mataron a esos doce hombres de los que se habla allí…agarraron a Diego Nap López y agarraron un cuchillo que cada patrullero tenía que tomar dándole un filazo o cortándole un poquito-…” (38). Este ejemplo horroroso es solo uno que está en el libro, pero es una representación clara del insensatez que el narrador hay que enfrentar mientras él analiza los testimonios de los marginados.

Al final, Moya escribe una historia de un hombre quien necesita editar una versión final de los testimonios dado por la gente que han experimentado las violaciones humanas en Guatemala. En esta posición, el narrador tiene el poder de crear la historia. Como en el caso de Rigoberta Menchú, quien le dio su testimonio a Elizabeth Burgos, es el trabajo del narrador interpretar y editar estos testimonios y decidir lo que se pone historia. Si estos intérpretes de la historia tienen la intención de hacerlo o no, están creando una nueva historia sesgada que ha sido alterada de su forma original. Esto es exactamente lo que Guha quiere decir en su artículo cuando propone la pregunta, “¿quién determina la historia?” (1).





Guha, Ranajit, and Partha Chatterjee. The small voice of history: collected essays. Ranikhet: Permanent Black ;, 2009. Print.
Moya, Horacio. Insensatez. 1a. ed Tusquets ed. Barcelona: Tusquets Editores, 2005. Print.

Friday, December 2, 2011

El Capitalismo y La Teoría de Dependencia


En su artículo Postmodernism, or The Cultural Logic of Late Capitalism (1993), Fredric Jameson describe el capitalismo avanzado en una manera ambivalente. Él afirma que "...capitalism is at one and the same time the best thing that has ever happened to the human race, and the worst" (86). Entonces, el capitalismo puede ser una fuerza destructiva en su avance. En su artículo, Jameson demostró esto cuando explica que el capitalismo avanzado ha dominado la cultura americana y también el mundo. El autor elabora: “Yet this is the point at which we must remind the reader of the obvious, namely that this whole global, yet American, postmodern culture it the internal and superstructural expression of a whole new wave of American military and economic domination throughout the world: in this sense, as throughout class history, the underside of culture is blood, torture, death and horror” (65). En esta manera, él considera que el capitalismo ha servido como la herramienta que los Estados Unidos han usado para dominar al resto del mundo. El resultado es que los países más débiles económicamente, como los de Latinoamérica, han sucumbido a las presiones de los EE.UU y se han establecido la relación entre la periferia y el centro. En Postmodernism and Periphery (1993) Nelly Richard reafirma lo que propone Jameson con respecto al capitalismo avanzado. Ella propone que “ Latin America thought and culture have been obliged, from colonial days, to reproduce those of Europe, to develop as a periphery of that other ‘universe’ which, by dint of successive conquests, became one of the themes of its history…” (465). Esta relación desigual ha producido lo que es conocido por los politólogos como “la teoría de dependencia”. Esta teoría expone la razón por la cual Latinoamérica es la periferia y los Estados Unidos es el centro. Los Estados Unidos se aprovechan de los bajos costos de producción en mercados de los países en Latinoamérica y nos beneficiamos de ello. Sin embargo, ¿qué pasa con Latinoamérica? Sus países se quedan pobres mientras que los Estados Unidos extraen lo que necesitan. Por eso, los Estados Unidos está en el centro y Latinoamérica está en la periferia porque los bienes fluyen desde Latinoamérica al centro, es decir los Estados Unidos. 
Según ambos autores, es por culpa del capitalismo que tenemos esta relación abusiva y esta relación se ve en la obra de teatro de Mario Benedetti, Pedro y el Capitán (1998). En las décadas de los setentas y los ochentas, el Cono Sur estaba bajo el dominio de dictaduras militares. Estas dictaduras capturaron, torturaron, y asesinaron a la gente que consideraron ser “subversiva”. Es el caso en la obra de teatro de Benedetti con el personaje Pedro. Desde las primeras líneas, vemos que la situación de Pedro es horripilante cuando el autor describe que Pedro entra “amarrado y con capucha, empujado por presuntos guardianes o soldados, que no llegan a verse. Es evidente que lo han golpeado…” (17). Pedro es maltratado porque es de izquierda en términos políticos y la dictadura es de derecha. Como los teóricos Fredric Jameson y Nelly Richard nos han explicado el capitalismo perpetúa la relación dominante del centro hacia la periferia, como también la ratifica la teoría de dependencia, y vemos que la violencia forma parte de esta relación del centro y la periferia también. Ya que el Capitán acosa a Pedro a causa de sus creencias políticas por el capitán, podemos ver que cada uno, el Capitán y Pedro, representa el monstruo que capitalismo ha creado. Al principio, el capitán representa “el centro”, el lado que simboliza la dictadura militar y la preservación del capitalismo. Quiere extraerle informacion útil a Pedro, quien representa “la perferia”, el lado del socialismo que objeta a la dictadura y al capitalismo. No obstante, esta relación es fluida en la obra de Benedetti porque hay una transición de poder entre ellos. Vemos que al principio de cada acto el capitán aparece más despeinado y más débil. Por ejemplo, se explica en el tercer acto que “el capitán está en el sillón, meciéndose como ensimismado. Ha perdido la compostura y el atildamiento de las escenas anteriores. Está despeinado, se ha desabrochado la camisa y tiene floja corbata. Se inclina sobre la mesa y descuelga el tubo del teléfono” (49). Físicamente se ve que el capitán pierde el control de sí mismo. Más tarde, cuando Benedetti escribe en el acto final: - “Pedro, después del esfuerzo, ha quedado anonadado. Tal vez ha perdido nuevamente el sentido. Su cuerpo se inclina hacia un costado no cae, sólo porque el cinturón lo sujeta a la silla. El capitán, por su parte, también está deshecho, pero su deterioro tiene, por supuesto, otro signo y eso debe notarse. Tiene la cabeza entre las manos y por un rato se le oye gemir…” el cambio de los papeles se vuelve más profundo y la transición del poder en la obra es completa cuando el poder pasa a las manos de Pedro (85). La razón para esta transición se centra en el hecho de que Pedro tiene el poder de silencio. El se guarda los nombres que el capitán quiere escuchar y no los renuncia. 
Entonces, como consta en la historia y en la obra de teatro de Benedetti, el capitalismo puede ser una fuerza destructiva en su avance. Sin embargo, uno también puede considerar lo que Raquel Olea afirma en su artículo Feminism: Modern or Postmodern? (1995) y asume que el proyecto socialista está en la periferia del poder, igual que las mujeres. “If the capitalist system were to change,” explica Olea, “so also – automatically – would the situation of woman. By becoming detached from her function as mother, sole and central support of the structure of the bourgeois family, woman would be incorporated fully into ‘productive’ labor, into production….Today we know, however, that this proposal [socialism]can entail a reinforcement rather than a transformation of the traditional woman’s role…” (195). Para las personas feminizadas, el socialismo no sirve porque como la historia nos ha demostrado todavía se quedan en un espacio marginal igual que las mujeres en una sociedad patriarcal. En la obra de Benedetti, Pedro está en un espacio marginal debido a sus creencias políticas porque durante esa época, los jóvenes pueden ser perseguidos por ser socialistas.

Benedetti, Mario. Pedro y el capitán: pieza en cuatro actos. 1. ed. Madrid: Alianza Editorial, 1999. Print.

Beverley, John , Michael Aronna, and José Oviedo. "Postmodernism and Periphery." The postmodernism debate in Latin America. Durham: Duke University Press, 1995. 465-470. Print.

Beverley, John, Michael Aronna, and José Oviedo. "Postmodernism, or The Cultural Logic of Late Capitalism." The postmodernism debate in Latin America. Durham: Duke University Press, 1995. 62-92. Print.

Docherty, Thomas. Postmodernism: a reader. New York, Ny: Columbia University Press, 1993. Print.

Friday, November 18, 2011

La catástrofe de la castración en un mundo machista

         Según la teoría crítica de la deconstrucción, una sociedad “falogocéntrica” se refiere al privilegio de lo masculino en la construcción del significado. En otras palabras, todo en la sociedad pertenece al hombre y la sociedad es dominada por el hombre.  Esta teoría feminista se revela en el artículo de Suzanne J. Kessler The Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants (1990) el cual analiza el fenómeno médico de los bebes que nacen intersexuados. Según el artículo,"the birth of intersexed infants, babies born with genitals that are neither clearly male nor clearly female, has been documented throughout recorded time" (Kessler 1). Esto no es algo nuevo para nuestra sociedad, pero todavía sigue siendo un tabú. El artículo refuerza la idea que vivimos en un mundo centrado en el hombre cuando habla de las cirugías correctivas en el caso de los bebes que nacen intersexuados. En estos casos, los médicos sienten que necesitan hacer su diagnóstico del género único del infante, y el punto de referencia es el pene. Kessler afirma que “The mere fact that the doctor refers to the genitals as an underdeveloped phallus rather than an overdeveloped clitoris suggests that the infant has been judged to be, at least provisionally, a male” (11). En un proceso médico como este, nos sirve analizar la manera en que los médicos deciden, nos damos cuenta que las decisiones de los médicos representan las ideas de una sociedad “falogocéntrica”. Puesto que los médicos usan los genitales masculinos como punto de referencia, se puede infiere que el proceso del pensamiento es dominado por los hombres. No hay consideración, del principio, al hecho de que el infante puede ser una niña cromosómicamente (XX), así se ve la lógica masculina que prevalece en la sociedad.
Sin embargo, el artículo de Kessler explora la idea de John Money que se elabora en el video Sex: Unknown (2001). Ambos nos proveen la idea de que es la sociedad la que necesita crear una identidad, o sea es la crianza la que nos determina. La pregunta de Kessler “Why do we do all these tests if in the end we’re going to make the decision simply on the basis of the appearance of the genitalia?” (11) es una que nos lleva a la respuesta de que los principios subyacentes en las decisiones de los médicos son culturales, y no biológicas. Basado en las reacciones parentales y en las percepciones de los médicos, los bebes que nacen intersexuados sufren las consequencias de una decisión que ellos no pueden controlar. Esta decisión, como escribe Kessler, “…genital ambiguity is corrected not because it is threatening to the infant’s life but because it is threatening to the infant’s culture” (23); es decir que si hay una ambigüedad en el género de un bebe, es perjudicial porque nuestra sociedad no acepta la ambigüedad de ninguna forma. En el documental, vemos la historia de un hombre que se convierte en una mujer a causa de un accidente durante una circuncisión. No obstante, ese hombre no quiere vivir como una mujer porque nace un hombre y se siente que es un hombre en el interior de sí mismo. La única razón para cambiar su género es la mano del médico. Cree que es mejor vivir como una mujer en vez de como un hombre sin un pene adecuado en el tamaño y si cria a este hombre como a una mujer, se siente como una mujer. Este argumento es conocido como la teoría de la naturaleza versus la crianza. En el documental, vemos que esto no es así. La teoría de que la crianza es la fuerza pivotal que forma nuestra identidad no es necesariamente cierta, como confirmamos en el caso del hombre en el documental Sex: Unknown. Sin embargo,  también no se sabe aún lo que moldea nuestra identidad y género.
Una sociedad “falogocéntrica”, está representada en el libro de Mario Vargas Llosa, Los cachorros(1991). Este libro describe lo que afirma el artículo de Suzanne Kessler – que la sociedad moderna pertenece al hombre o falogocéntrica. En Los cachorros el autor se centra en un grupo de muchachos de Miraflores de los años cincuenta. Uno de los cuales, Cuéllar, es castrado por un perro. Vargas Llosa profundiza en la psicología del protagonista, como en las consecuencias que esto le trae al protagonista, como la tristeza, la burla, los complejos que sufre el mismo en una sociedad machista. Vargas Llosa narra que “…se metía siempre a la ducha después de los entrenamientos…a veces ellos se duchaban también…solo Lalo y Cuéllar se estaban bañando…Lalo chilló se escapó mira hermano y alcanzó a cerrar la puertecita de la ducha en el hocico, mismo del danés. Ahí, encogido, losetas blanca, azulejos y chorritos de agua, temblando, oyó los ladridos de Judas, el llanto de Cuéllar, sus gritos…” (65). Cuando el perro desfigura el pene de Cuéllar, el personaje se pone emasculado física, mental y emocionalmente. Con la castración, Cuéllar es despojado de su masculinidad por la sociedad, ya que la sociedad en que vive es machista. Es interesante que a los ojos de una sociedad “falogocéntrica”, la identidad de un hombre sea constituido por el tamaño de sus genitales. Esta idea es lo que Kessler propone en su artículo también cuando dice que “In the case of the undersized phallus, what is ambiguous is not whether this is a penis but whether it is good enough to remain one” (11). Vemos, pues, que en una sociedad “falogocéntrica” moderna la masculinidad se mide por el aspecto físico de los órganos privados. Y si algo su tamaño no logra el mínimo deseable, y el niño se convierte y se cria como una mujer. ¿Qué dice esto sobre nuestra sociedad?

Kessler, Suzanne J. Medical construction of gender: case management of intersexed infants. Chicago: U. of Chicago Press, 1990. Print.
Llosa, Mario, and Guadalupe Ariza. Los cachorros. Madrid: Cátedra, 1982. Print.
Sex: Unknown. Dir. Andrew Cohen. Perf. Will Lyman. Nova, 2001. VHS.

Friday, November 4, 2011

Posmodernidad en Aura



El autor Frederic Jameson, en su artículo Postmodernism, or The Cultural Logic of Late Capitalism (1993), alude al hecho que no hay una razón para pensar en el futuro porque la época que vivimos rompe la historicidad lineal de la sociedad. Así, leemos:

“What has happened is that aesthetic production today has become integrated into commodity production generally: the frantic economic urgency of producing fresh waves of ever more novel-seeming goods (from clothing to airplanes), at ever greater rates of turnover, now assigns an increasingly essential structural function and position to aesthetic innovation and experimentation. Such economic necessities then find recognition in the institutional support of all kinds available for the newer art, from foundations and grants to museums and other forms of patronage” (Jameson 65).
Sostiene que el capitalismo avanzado y los bienes de consumo que vienen de ello han influido nuestro modo de vida. Por eso la historicidad lineal ha sido rota y según Jameson, “…we are condemned to seek History by way of our own pop images and simulacra history, which itself remains forever out of reach” (79). La historia, entonces, se convierte en nuestras ideas y estereotipos y de ahí creamos una nueva tipa de historia. La nueva historia es un simulacro porque la única que tenemos es una copia de la historia y siempre seguirá así. Esta cita propone que la época que vivimos, la era del capitalismo avanzado, no es necesario pensar en el futuro porque se rompe la correlación entre lógica espacio y tiempo. Jameson afirma esto cuando elobora que "...and I think...that in our daily life, our psychic experience, our cultural languages, are today dominated by categories of space rather than by categories of time..." (72).
Este concepto de postmodernismo en mi opinión, aparece en Aura (1962) de Carlos Fuentes. En el caso de Aura la realidad es alterada por los sueños, al mismo tiempo que los sueños son combinados y llevados a la realidad por medio de imágenes que tanto el lector como el personaje principal crean. Por ejemplo, cuando Aura está en la cocina degollando un macho cabrío, Felipe entra a la recámara de Consuelo y la encuentra haciendo los mismos movimientos que Aura, pero en el aire. También, hay una escena donde la subyugación del tiempo al espacio ocurre otra vez: “…Aura que mueve la cabeza al mismo tiempo que la vieja: las dos te sonríen, te agradecen…las dos se levantarán a un tiempo…las dos te darán la espalda…pasarán juntas al cuarto donde tiemblan las luces colocadas frente a las imágenes, cerrarán la puerta detrás de ellas, te dejarán dormir en la cama de Aura” (Fuentes 50). Según Jameson, una de las expresiones de la posmodernidad es la fragmentación de la realidad.  Podemos ver esta fragmentacion en Aura pero la fragmentación es en la forma de los sueños. Con la ruptura de la correlación entre el concepto de tiempo al concepto de espacio, como vemos con estos ejemplos, podemos cuestionar la realidad de lo que les está pasando a los personajes en el libro.
La conexión de espacio no es el único vehículo que Carlos Fuentes utiliza para representar la posmodernidad. A su vez, emplea la idea la posmoderna de que no hay una verdad absoluta y por defecto, no hay una verdadera identidad. Fuentes juega con la linealidad de la misma noción de una identidad definida y racional. Realmente, Fuentes nos deja a los lectores cuestionándonos quién es quién. Después de que Felipe analizara las fotos que Consuelo le ha dado a él, algo raro ocurre: “Verás, en la tercera foto, a Aura en compañía del viejo, ahora vestido de paisano, sentados ambos en una banca, en un jardín. La foto se ha borrado un poco: Aura no se verá tan joven como en la primera fotografía, pero es ella, es él, es . . . eres tú” (58). Es de aquí en adelante que luchamos con el concepto de identidad porque al final del libro mientras Felipe besa a Aura, entra un halo de luz y él descubre los cabellos blancos y la dentadura casi podrida de la anciana. Consuelo lo abraza y le promete que en unos días, cuando recupere fuerzas, juntos traerán a Aura de nuevo (60-61). Este evento es un ejemplo claro que exhibe la idea de un sujeto dividido y la pérdida de linealidad en el tiempo histórico. Tenemos una personalidad dividida de Aura y Consuelo, la que representa la juventud y el pasado. 
Razonaría que el libro de Fuentes es una parodia y no un pastiche, el cual según Jameson, “is thus blank parody” (74). En mi opinión este cuento es una parodia porque, como se define, una parodia  es la representación de algo real, y es un paralelo de realidad, y hay una búsqueda de un objetivo. En este caso, Aura es una representación del amor eterno y la esperanza de transformar nuestros sueños en realidad. Aunque el amor de Aura con Felipe puede ser fantasía, Fuentes hace un paralelo entre los sueños y la vida real. Esto es importante cuando seconsidera la pregunta, “¿qué es la posmodernidad” Con esta idea de hacer un paralelo entre los sueños y la vida real, vemos que no hay temas definidos en la posmodernidad. Los personajes de Carlos Fuentes están atrapados en un amor fantaseado y en una vida caótica, en la cual no se establece un tiempo lineal.
Docherty, Thomas. Postmodernism: a reader. New York: Columbia University Press, 1993.  Print.
          Fuentes, Carlos. Aura. 1. ed. México, D.F.: Ediciones Era, 1962. Print.

Monday, October 3, 2011

Casa & Comodidad

“What exactly does the word ‘home’ mean when it is used in everyday life?...home is (often) associated with pleasant memories, intimate situations, a place of warmth and protective security amongst parents, brothers and sisters, loved people” (Sarup 94). Esta idea del hogar como un refugio seguro es algo que aparece en el artículo "Narratives of home and displacement" (1994) escrito de Madan Sarup. Sin embargo, lo que Sarup explora es que para alguna gente ‘el hogar’ no es un lugar seguro sino un sitio lleno de dolor. El autor usa un ejemplo personal cuando empieza a elaborar la experiencia del hogar. “I was born in India,” escribe Sarup, “I was brought over here to be educated at the age of 9…am I British? Yes, I have, as a friend pointed out, a ‘white man’s house, and I’ve forgotten my mother tongue, but I do not feel British. I think of myself as an exile and it’s painful here, and there in India when I return for short visits…” (Sarup 93).
El autor describe lo que narra Gloria Anzaldúa en su libro Borderlands/La Frontera: The New Mestiza (1999): como los extranjeros, los fronterizos constantemente tienen que enfrentar los prejuicios de ser mexicano y americano al mismo tiempo. Ellos están trapados en un espacio que la autora cubana Mabel Cuesta describe un su libro Inscrita Bajo Sospecha (2010) donde una persona puede ser alguien y nadie a la misma vez. Para Madan Sarup, como inmigrante, la experiencia del desplazamiento es lo que muchos de los inmigrantes sienten. Asi, leemos: “But what makes a place home? Is it wherever your family is, where you have been brought up? The children of many migrants are not sure where they belong, Where is home? Is it where your parents are buried? Is home the place from where you have been displaced, or where you are now? I am moved when I am asked the phenomenological question ‘Are you at home in the world?’ In certain places and at certain times, I am. I feel secured and am friendly to others. But at other times I feel that I don’t know where I am” (Sarup 94). Los inmigrantes luchan con este sentimiento de no pertenecer a una sociedad porque cuando cruzan una frontera al otro lado, encuentran una sociedad donde existe hostilidad y bienvenida al mismo tiempo. En el caso de muchos latinos que vinieron a los EE.UU., vinieron con programas de trabajo patrocinados por el gobierno, como el programa bracero. A medida que fueron acogidos por el gobierno para ser mano de obra, la sociedad los rechazaba
Lo que los inmigrantes experimentan puede ser aplicado a los grupos marginalizados por la sociedad en los Estados Unidos. En la misma manera en que un inmigrante se siente desplazado por ser ‘extranjero’, Annamarie Jagose analiza en su trabajo Queer Theory: an introduction (1996) cómo los homosexuales han sido marginalizados en la sociedad de los EE.UU. “…After 1870 same-sex sec acts began to be read as evidence of a particular type of person about whom explanatory narratives began to be formed: The sodomite had been a temporary aberration; the homosexual was now a species” (Jagose 11). Después de esta época, los homosexuales se convirtieron de una 'persona' a una 'especie' por la sociedad. Esta necesidad de la sociedad de definir y clasificar la sexualidad humana ha creado un ambiente propicio para la discriminación. Al igual que los fronterizos y los inmigrantes, la comunidad GLBT mantiene un sentimiento de ser alguien y nadie al mismo tiempo porque en la sociedad que por fuerz necesita clasificar a la gente, hay los seres humanos que no pueden ser clasificadas. Por ejemplo, la historia de Noah que escuchamos en clase propone que las clasificaciones existen no solamente en la sociedad heterosexual, pero dentro de la comunidad GLBT. Para los transexuales, a veces no caben en la comunidad porque, como en el caso de Noah, no hay mucha información sobre su estilo de vida.
Estos ejemplos demuestran que es difícil para los grupos marganilzados sentirse cómodo en una sociedad si la sociedad crea estrictas reglas sociales. La sociedad no permite tener un diferente estilo de vida sexual ni aceptar personas que vienen de lugares diferentes. Con estas barreras, el significado de un hogar es destruido porque los inmigrantes y los homosexuales tienen un dificultad para formar parte de una sociedad que los extranjeriza. Por eso, hay una formación de dos mundos en constante conflicto. Existe una sociedad que excluye a los que se salen de la norma y con esta exclusión, se forma un mundo de los marganlizados. La comodidad no existe en esta casa para estos individuos.
Jagose, Annamarie. Queer theory: an introduction. New York City: New York University Press, 1996. Print.
Robertson, George, Melinda Mash, and Lisa Tickner. Travellers' Tales Narratives of home and displacement. New York: Routledge, 1994. Print.

Thursday, September 22, 2011

La Idea de la Doble Discriminación

“A product of modern European civilization, studying any problem of universal history, is bound to ask himself to what combination of circumstance the fact should be attributed that in Western civilization and Western civilization only, cultural phenomena have appeared which (as we like to think) lie in a line of development having universal significance and value” (Pratt 443). Es con esta cita de Max Weber que Mary Louise  Pratt empieza su artículo, The Anticolonial Past (2004), con la pregunta de quién es el otro lado que son involucrados en el monopolio de Europa. Pratt especula que aparte de Europe, debemos tener en cuenta de las historias de los paises que han sufrido del colonialismo europeao. “Viewed from the receiving end, the historical experience of European diffusion was neither of a straightforward ‘line of development’ nor of phenomena simply ‘appearing’” (445). El punto de vista de los países colonizados de la modernización es olvidado o ignorado constantemente por los colonizadores porque sus ideas de prosperidad han eclipsado los derechos de los colonizados. Pratt expresa estos puntos de vistas con cuatro ideas centrales: interrupción, digestión, substitución y la inversión.  
Ella quiere demostrar que el proceso de la modernización ha sido fatal para los países colonizados y también que este proceso tiene anormalidades: “Colonialism and imperial intervention are marked as inherently illegitimate, as producing abnormal relations. The abnormalities include the lack of reciprocity, disequilibrium of power, the use of force by an outside agent, and the interruption of social, economic, and institutional development. Normal relations are understood to be in an equilibrium produced by a balance of forces and by a desire on all sides to maintain such a balance” (447). Este desequilibrio muestra que los principios de la modernización y del capitalismo refuerzan la ignorancia de la sociedad para que ellos puedan seguir con el dominio de la gente colonizada. También la modernización promueve el racismo, porque como se ve en el libro de Ana Lydia Vega,  las posiciones de marginalidad se basan en opuestos claramente definidos: rico y pobre, primer mundo y tercer mundo, blanco y negro.
Pratt explora la idea del proceso de la ingestión y digestión como han sido usados como condiciones previas para el ascenso de Europa y como una condición permanente que ha reforzado los desequilibrios en el tiempo. Por ejemplo, Pratt propone que “slavery is seen as having drained human vitality and creativity from African societies and shipped them across the Atlantic, infusing them into the nascent colonial societies of the Americas. While metropolitan common sense viewed imperialism as a centrifugal, outward-moving force…anti-imperial thinkers argued that it was equally…a centripetal force, sucking in everything it could, ingesting it and digesting it to fuel additional productivity and increase the potential for power” (449). En otras palabras, colonialismo es una fuerza que devora sin pensar en las consecuencias, con tal de que la productividad y la potencia aumenten. La ingestión y digestión sólo les sirven a los países imperialistas y en cambio los nativos de las tierras que conquistan son ignorados, olvidados por ellos. Como en el proceso de digestión, es el proceso de excreción. “The colonies were seen as sources of precious metals and new commodities, such as cotton, guano, cochineal dye, coffee, tobacco, chocolate, potatoes, and corn. But...the real transfer involved not the raw materials themselves but the knowledge and infrastructure for extracting or growing and processing these materials into consumable commodities…this process of digestion, then, also involved an excretion: indigenous peoples were expelled from history” (449). En otras palabras, los indígenas se pasan de ser humanos a los excrementos de los colonizadores con el proceso de modernización. En este proceso los indígenas no tienen utilidad sino la mano de obra.
La misma idea está sondeada por la autora Aurora Levins Morales en su artículo, Revision (2003). Ella habla sobre el racismo que existe en su país y cómo los indígenas son considerados como subhumanos. No obstante, cuando analizamos este artículo, hay que leerla con un lente feminista. Morales afirma que las mujeres también han sufrido como resultado del colonialismo. Comienza su artículo con la declaración de que Puerto Rico es un país de la mujer. “We outnumbered men again and again,” dice Morales, “Female head of household is not a new thing with us. The men left for Mexico and Venezuela and Peru. They left every which way they could, and they left us behind. ” (15). Aquí, Morales expone su argumento de que a causa del abandono de los hombres, se deja a las mujeres para asegurar la supervivencia de la familia y la nación. Sin embargo, según Morales, “invisibility is not a new thing with us” (17). Hace referencia al hecho de que antes del maltrato de los hombres boricuas, existía la idea de superioridad de los hombres por parte de los colonizadores hispanos: “Spanish men left babies right and left, café con leche children. But in their imaginations, they were all alone in their big white houses, dreaming of Peru or the voyage back to Spain, while on their threshold a new people was forming” (18). En un mundo dominado por los hombres, las mujeres siempre fueron maltradas y no importaban si eran boricuas o hispanos.
 Hay dos problemas que han surgido aquí. El problema con los hombres españoles es que abandonaron sus familias y no les importaba, pero también el racismo que los españoles promovían.  Entonces, ¿qué pasa ahora? Con el abondo de los hombres españoles y los hombres puertorriqueños, les toca a las mujeres continuar con la vida diaria. “We have always been here, doing what had to be done, working, eating, sleeping, singing, suffering, giving birth, dying…this is our history” (20). Pero, mientras ellas hacen lo que necesitan hacer para asegurar el bienestar de su país, es el país de los hombres (colonizadores españoles y boricuas por igual) que objetivaban a las mujeres.
Así, vemos un ejemplo de la doble discriminación con los argumentos que hace Morales sobre los españoles que colonizaron a Puerto Rico y con las ideas de modernización, reprimían a los indígenas de la isla, especialmente las mujeres. Eventualmente les abandonaron porque los colonizadores no tenían ninguna intención de cuidar a una familia mestiza. La idea del racismo que Pratt menciona es una parte fundamental en el proceso de la modernización por parte de los europeos. También, existe el maltrato de los hombres boricuas hacia las mujeres, reforzando la otra idea de Pratt que en el proceso de la ingestión y digestión, se producen los excrementos y en este caso son las mujeres de Puerto Rico quienes sufren de la falta de respeto en una sociedad patriarcal. Los hombres en Puerto Rico, ya sean españoles o puertorriqueños han hecho caso omiso a sus contrapartes femeninas como iguales.
Morales, Aurora Levins. "Revision." Women writing resistance: essays on Latin America and the Caribbean. Boston: South End Press, 2003. 15-20. Print. 
Pratt, Mary Louise. "The Anticolonial Past." Modern Language Quarterly 65 (2004): n. pag. Modern Language Quarterly. Web. 22 Sept. 2011.

Thursday, September 15, 2011

Un Haitiano, Un Quisqueyano y Un Cubano . . .

            Con la mordacidad que caracteriza su escritura, Ana Lydia Vega ofrece en su cuento Encancaranublado (1983) una perspectiva sugerente con respecto a las migraciones económicas que se desplazan del Caribe, hacia los Estados Unidos. Atendiendo a este movimiento migratorio del sur hacia norte, la autora pone cara a cara a dos culturas: la hispana y la anglosajona, tan cercanas y ajenas. Vega también reflexiona sobre el hambre, las deplorables condicionales laborales, la incertidumbre del día a día en el caribe, e ironiza la determinación de muchos caribeños de dejar atrás sus vidas para alcanzar lo que en el texto denomina “Pursuit of Happiness". Sin embargo, la búsqueda de una salida a tanta miseria económica por medio del mito de viaje y del romantizado del sueño americano se plantea como la problemática del texto: ¿qué precio hay que pagar por vivir en una sociedad de las denominadas del bienestar?
            En el cuento de Vega, los tres protagonistas están marcados por un estigma que los separa de lo central, son inmigrantes que huyen del tercer mundo situado simbólicamente al margen, hacia el primer mundo, que se encuentra en una posición céntrica. Además el crítico señala que las posiciones de marginalidad se basan en binarismos: rico y pobre, primer mundo y tercer mundo y blanco y negro.
            Es evidente la ironía de Vega en este cuento ya que mientras existe el racismo de los blancos (en este caso de los Estados Unidos) hay un sentido de superioridad nacional entre los tres náufragos. Carmelo le dice al quisqueyano para burlar “¿Y qué? ¿Cómo está Santo Domingo después del temporal? Dicen los que saben que no se nota la diferencia…y acompañó el dudoso chiste con la carcajada que se oyó en Guantánamo” (18). Es ahí donde empieza la pelea entre Carmelo de Cuba y Diógenes de la República Dominicana en la defensa y en el honor de su propio país. Sin embargo, aunque cada personaje en el cuento es de un país diferente y quiere defender sa u país de los ataques de los cada otros, el capitán de los EE.UUES “ario y apolíneo lobo del mar de sonrojadas mejillas, áureos cabellos y azulísimos ojos se asomó para una rápida verificación de catástrofe y dijo: - Get those niggers down there and let the spiks take care of ‘em…” (20). El capitán representa el racismo que prevalece en los EE.UU y en el mundo. Por eso, no le importa a quién es mejor en el Caribe porque "la jodienda de ser antillano, negro y pobre" es algo que cada personaje abarca y son las razones por ser marginalizados iguales (14). A través de las palabras del oficial se intuye que la discursiva del imperialismo moderno sigue basando su superioridad en asuntos de etnicidad. Dentro de la etnicidad se establecen diferenciaciones, puesto que “spik” es el término despectivo para denominar a los hispanos, que en el cuento están situados en un escalón superior a los hispanos negros.
En cuanto al personaje puertorriqueño del barco, a quien el capitán ordena que se encargue de los náufragos, tampoco se libra de la discriminación que sufren sus paisanos antillanos. A pesar de que en él se produce una amalgama entre el Caribe y los EEUU, se encuentra situado al margen del centro. Para el capitán es tan sólo un “spik”, lo cual es mejor que “nigger”, pero todavía en el término subyace la otredad y marginalidad. Él, como conocedor de los dos mundos, es quien previene a los recién rescatados, “-Aquí si quieren comer tienen que meter mano y duro. Estos gringos no le dan na gratis ni a su mai” (20).
Es cómico que Carmelo, Diógenes y Antenor están en una barca de camino a la tierra de promesas, Miami, para buscar una vida mejor. Ellos salen de sus países por razones eco Mientras el capitán, quien representa los EE.UU., simboliza un precursor del maltrato y el racismo que aún está por venir y las dificultades que un inmigrante tiene que enfrentar en su vida diaria. Ellos salen de sus países por razones económicas y sociales pero lo van a encontrar es que se quedarán en el mismo cíclico de antes.  Según el artículo Home and Identity (1994) de Madan Sarup, el afirma que “The foreigner is the Other…first the foreigner is excluded from public service in all periods and in all countries, second the right to own real estate is variously handled but generally denied non-natives, third, though foreigners have some civil rights, they are denied political rights. The denial of the right to vote actually excludes foreigners from any decision that might be taken with respect to them. Foreigners do not participate in the legal process that leads to the adoption of laws…the foreigner must ask permission from the appropriate authorities” (Sarup 99-100). Los personajes en el cuento de Vega siguen en un círculo vicioso porque salen de un país donde no tienen oportunidades para mejorar sus vidas, pero llegan al mismo problema en Miami. Ya que son migrantes, no tienen derechos como los legales. Ellos necesitan un apoderado para sus derechos. Si no tienen un representante, sus vidas no van a cambiar.

Vega, Ana Lydia. Encancaranublado y otros cuentos de naufragio, Río Piedras, Puerto Rico, Editorial Antillana, 1983.